Hoy en día vivimos un exceso de Social Media en nuestras vidas. Internet lo impregna todo: ordenadores, móviles, tablets, televisiones conectadas y demás dispositivos de juego...
Existen redes sociales casi que para cualquier afición, interés, arte o aspecto de nuestro quehacer diario. Abrimos cuentas, logeamos, creamos contraseñas, mantenemos buzones de correos, instalamos extensiones, programas o aplicaciones de lo más variopintas. Tenemos cursos, charlas, eventos en streaming, demostraciones, explicaciones y otras ayudas varias de cualquier cosa que deseemos conocer, aprender o tan sólo echar un vistazo. Así no hay forma de centrarnos en algo concreto, de destacar en algún aspecto determinado. La concentración se diluye ante tanta oferta y perdemos capacidad de destacar en un campo o aspecto más detallado de todo el universo que componen los diferentes intereses que surgen de la red.
Deseamos monetizar nuestras incursiones en la red de redes. Sacar un extra con nuestro blog, encontrar un empleo con nuestro CV virtuales, ser gurus o influencers y dar charlas a masas deseosas de serlo también a su vez. Acudimos a esas charlas o eventos, tomamos apuntes o tweeteamos sin parar esperando que nos llegue esa inspiración divina, ese truco que nos haga ganar followers, me gusta o algún mísero repín.
Internet no es una moda pasajera, ha llegado para quedarse y más nos vale tenerlo presente. Toda una horda de nuevos analfabetos está apareciendo. No sirve pensar que eso no es para mí, que hasta hoy hemos podido vivir sin ello, que es para jóvenes, fanáticos de la tecnología o cotillas que sólo quieren espiar al prójimo. Es el nuevo medio de comunicación por excelencia, la forma de llegar a un público amplio y seleccionado según su edad, intereses o localización. Es universal y libre, y así debe permanecer.
Al final esto va de #internetcambiatodo y del hecho de que debemos hacer algo. La crisis, el aburrimiento, la monotonía, el hastío, el hartazgo, el desespero, etc, nos mueven a buscar un cambio, una disrupción en nuestra vida que nos devuelva la ilusión, la emoción sobre todo. No está todo perdido...tan sólo depende de nosotros, de nuestra voluntad y de nuestro empeño. Y qué mejor herramienta para conseguirlo que a través de la red donde podremos conectar con la gente.
Ese es el fin, conectar con personas. Son esas conexiones el valor añadido que nos dará fuerzas para el cambio, para conseguir el éxito en tus proyectos, para salir adelante con tu empresa. Se trata de dar para recibir más a cambio. Se trata de empezar, de dar el paso, de saltar al vacío...
Esta reflexión es lo que me llevé del genial evento que tuve el honor de atender en Alcoy #internetcambiatodo I Encuentro de Agentes del Cambio. Gracias a +Isra García y a todo su equipo por hacerlo posible.
Algo cambió allí...
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